UBS Group podría completar una adquisición de Credit Suisse Group tan pronto como el sábado por la noche, según el Financial Times, mientras los reguladores se apresuran a firmar una fusión de los dos bancos más grandes de Suiza en un contexto de agitación en la industria. El posible fin del famoso banco muestra hasta qué punto y con qué rapidez se han extendido las preocupaciones sobre el sector financiero.
Tanto el Banco Nacional Suizo como el regulador Finma ahora ven la compra de UBS (ticker: UBS) como la única opción para controlar los crecientes problemas en Credit Suisse (CS), informó el sábado el FT, citando fuentes anónimas cercanas a las negociaciones. The Wall Street Journal también informa que UBS, Credit Suisse y los reguladores están a punto de llegar a un acuerdo.
Credit Suisse se negó a comentar sobre el informe, mientras que UBS no respondió a Barron’s petición de comentario. BlackRock (BLK) fue mencionado anteriormente como otro posible pretendiente, aunque desde entonces el administrador de activos ha negado públicamente que esté involucrado en una adquisición.
Las reglas suizas normalmente requerirían un intervalo de seis semanas para completar dicho acuerdo, para dar tiempo a los accionistas a aprobarlo. Sin embargo, dijeron las fuentes del FT, los reguladores pueden permitir que UBS se salte ese período mediante el uso de medidas de emergencia, lo que subraya la rapidez con la que las partes se están moviendo para tratar de llegar a un acuerdo.
La urgencia de un acuerdo surge cuando los inversionistas continúan sacando dinero de Credit Suisse, que registró salidas de casi $ 11 mil millones por día a fines de la semana pasada. El banco también registró más de 450 millones de dólares en salidas netas de sus fondos administrados en EE. UU. y Europa del 13 al 15 de marzo, dijo el viernes Morningstar Direct, ya que las contrapartes minoristas e institucionales retiraron dinero de los fondos administrados por el asediado prestamista suizo.
El posible final de Credit Suisse como entidad independiente 167 años después de su fundación no es del todo una sorpresa: el banco ha lidiado con una serie de problemas en los últimos años, desde preocupaciones sobre sus controles financieros hasta investigaciones gubernamentales, reveses judiciales, y varios trimestres de pérdidas deslumbrantes, entre otros problemas, que han dejado a los inversores preguntándose si sobrevivirá.
Sin embargo, el cronograma para una resolución se ha sobrealimentado en las últimas semanas, a raíz de las quiebras de bancos de alto perfil en los EE. UU., sobre todo Silicon Valley Bank, cuyos activos también están en el mercado en busca de un comprador.
El cierre de SVB provocó temores en todo el mundo sobre la salud de la industria, lo que llevó a muchos clientes a intentar retirar sus fondos y ejerció una presión particular sobre las acciones de los bancos más débiles en medio de grandes oscilaciones del mercado. Las acciones de Credit Suisse cayeron más del 17% en los últimos cinco días de negociación y han perdido más de un tercio de su valor en lo que va de 2023.
UBS también se vio afectado por la venta masiva de acciones financieras, cayendo más del 7% la semana pasada, aunque este año ha bajado solo un 4%.
Según las fuentes del FT, las conversaciones ahora se centran en las concesiones que UBS está buscando si llega a un acuerdo. El banco quiere poder introducir gradualmente cualquier regulación de capital global con el tiempo y asegurar la protección de los costos legales en curso, que Credit Suisse advirtió previamente que podrían costarle unos $ 2 mil millones.
Reuters informa que UBS está buscando alrededor de $ 6 mil millones en garantías gubernamentales, citando sus propias fuentes cercanas a la situación, quienes enfatizan que las conversaciones están en curso y que esa cifra podría cambiar.
Si el acuerdo sucediera, sería un desarrollo significativo en la continua saga bancaria por varias razones.
En primer lugar, demuestra que la crisis de confianza en EE. UU. ha provocado nerviosismo verdaderamente global. Si bien los problemas de Credit Suisse se han ido acumulando durante algún tiempo, la situación se disparó rápidamente debido a las preocupaciones provocadas por la reciente caída de Silvergate Bank, Silicon Valley Bank y Signature Bank.
En segundo lugar, demuestra que no es solo Washington el que busca con urgencia evitar más daños al sector financiero. El gabinete suizo se reunió de emergencia el sábado para discutir el acuerdo y la posible exención de los períodos de espera típicos de las fusiones.
Finalmente, un trato sacaría a un jugador muy problemático de la mesa. Las acciones de Credit Suisse han bajado un 75 % en los últimos 12 meses, por lo que era un candidato probable para sucumbir a la tensión cada vez mayor en los bancos en crisis. Si UBS fuera a comprarlo, eso resolvería una preocupación de larga data que, de lo contrario, seguiría siendo otro problema para el sector.
Escribe a Teresa Rivas a teresa.rivas@barrons.com